Escrito por Manuel Iris, Escritor en Residencia, Cincinnati & Hamilton County Public Library
Nuestro Escritor en Residencia 2023, Manuel Iris, es poeta, ensayista y profesor. Asiste a sus próximos talleres y horario de oficina de escritores, opens a new window. Y escúchelo como presentador del podcast "Inside the Writer's Head."
Como cada año, el mes nacional de la poesía llega para todos aquellos a quienes, en Estados Unidos, gustan de escribir y leer poemas. Las bibliotecas y centros culturales se llenan de libros y menciones de poetas, cuando no de los poetas mismos llevando a cabo lecturas, conversaciones, conferencias, o firmas de libros. Las redes sociales se llenan de bienintencionados retos de escritura (un poema diario, por ejemplo) y de citas de poemas muy conocidos o muy oscuros. Quien se dedica a la poesía en este país está, por supuesto, muy ocupado en el mes de abril.
Todo esto son celebraciones públicas y necesarias de un arte que, como cualquier otro ejercicio espiritual, se realiza fundamentalmente en la privacidad. Quiero decir con esto que, aunque uno escriba o piense en poemas en la compañía de otros en una universidad, un taller literario, o un retiro de escritura, la experiencia poética es esencialmente individual, íntima. Por ello quiero hablar, aunque brevemente, de algunas cosas que creo que los poetas, lectores, e instituciones culturales de todo tipo deben tomar en cuenta durante el mes de abril.
Apoyando a Poesía
Una muy buena manera de apoyar a poesía es pagarle a los poetas por las cosas que hacen, incluso si las cantidades son simbólicas. Tristemente, muchas instituciones culturales piensan que cuando un poeta se presenta gratuitamente en su recinto, han sido ellas quienes han hecho el favor de recibir al artista, de mostrar su trabajo, de darle un espacio; cuando en realidad son ellas quienes reciben el favor del tiempo del poeta.
Las instituciones que reciben a un poeta y no le ofrecen pago deben estar, cuando menos, conscientes de que para nadie es un honor trabajar gratis, y de que son ellas quienes deben sentirse en deuda, y estar agradecidas. Por ello deben, cuando menos, de encargarse de darle a dicho poeta toda la promoción posible, y tratarlo con respeto. Un peligro que los poetas corren cada abril es llenarse de trabajo no-remunerado. A veces, por supuesto, hay que hacerlo. Pero no hay que hacerlo demasiadas veces.
En la era de las redes sociales, otro peligro posible es que el poeta (hablo de poetas jóvenes o muy jóvenes, sobre todo) compare su exposición con la de otros, y que confunda esa exposición con el valor de su poesía. Para decirlo llanamente y acabar con este punto: poesía es lo que sobrevive a las redes sociales, y no lo que vive en ellas.
Olvidarse del silencio es una tentación mayor a la cual el poeta nunca debe ceder. La poesía es un ejercicio espiritual con resultados verbales, y por ello la contemplación y el silencio, sobre todo en este mes, debe resguardarse. No propongo hacer retiros de silencio (tampoco los descalifico, por otro lado) puesto que entiendo que es necesario, sobre todo ahora, hacer comunidad, y que la poesía es un instrumento privilegiado para lograrlo. Insisto solamente en que el poeta debe cuidarse de no perder la brújula, y de no olvidarse de su propio espacio interior al momento de entregarse a la vida pública.
El mes de la poesía puede ser la oportunidad de dar un paso atrás y observar cuál es el lugar del poeta y su escritura en el mundo, decidir el modo en que eso nos afecta, y la manera en que nosotros podemos afectar esa sinergia. Puede ser un momento de introspección acerca del oficio: la oportunidad de articular o revisar nuestra propia poética.
Un Ejercicio de Libertad
En general, celebrar el mes de la poesía debe ser un ejercicio de libertad que nos ayude a todos a imaginar o entrever otras posibilidades, mejores, de la experiencia humana. Es un pretexto para hacer lo que amamos, y no debe ser motivo de ansiedad o tristeza. Si eso te pasa, poeta, retrocede y recuerda lo que de verdad amas, los motivos por los cuales te acercaste alguna vez a esta forma de arte, y deja ese primer motivo volver a ser tu guía. La poesía es una forma de la lentitud. No tengas prisa.
En resumen: asiste a todas las lecturas que quieras, escribe lo que quieras, lee lo que quieras, y jamás permitas que nada más que hacer eso, lo que quieras, sea tu guía en este mes de la libertad. El mes nacional de la poesía debe ser un pretexto para acercarnos a la escritura poética (es decir, a nosotros mismos y a la humanidad entera) del modo que mejor nos acomode a cada uno. Se trata igual de un mes del pensamiento y el cuestionamiento: los poetas disienten.
Que cada quien defina su abril, y su poesía, desde dentro.
Nuestro Escritor en Residencia 2023, Manuel Iris, es poeta, ensayista y profesor. Asiste a sus próximos talleres y horario de oficina de escritores, opens a new window. Y escúchelo como presentador del podcast "Inside the Writer's Head."
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